lunes, 18 de abril de 2011

TRAS LA HUELLA DEL LIBERTADOR

Aquiles Silva

19 de Abril:

19 de Abril de 1810:
En esta fecha, en Caracas se reunió el Cabildo para tratar con el Capitán Emparam,  las noticias llegadas de España, de la toma de Sevilla por los franceses, la disolución de la Junta Suprema de España y la formación del Consejo de Regencia.
La historia nos recuerda, que el “día 17 había llegado a Caracas los comisionados de ese Consejo de Regencia Antonio de Villacencio, Carlos Montufar y José Cos de Ireberriz, portadores de una alocución de la Regencia dirigida a los americanos que decía: “desde este momento, españoles americanos, os veis elevados a la dignidad de hombres libres…”
Estas noticias y estas palabras dieron facilidades a los conspiradores que estaban tramando la creación de una junta propia, y para algunos dar un paso más allá y declarar la independencia de España. Después de muchas reuniones secretas, acordaron planear para este día 19 de Abril, Jueves Santo una sesión extraordinaria del Cabildo.
 El historiador, J. M. Siso Martines, en su  “Historia de Venezuela”, al referirse a esta fecha, dice:
“Los nobles caraqueños convencieron al alcalde primero  D. José de Las Llamozas para que convocara una reunión de Cabildo que considerara las noticias provenientes de España y tomara las medidas conducentes. Este convino en hacer la convocatoria para la mañana del 19 de Abril. En tanto los interesados habían desplegado una notable actividad. Los Montillas, Ribas y otros nobles recorrieron la ciudad con invitaciones al pueblo para asistir al acto. Otros de los conspiradores estuvieron reunidos en la casa del doctor José Ángel de Álamo hasta altas horas de la madrugada del día decisivo.
La reunión del Cabildo se verificó en forma inusitada, ya que correspondía al Capitán General su previa convocatoria. Este se dejó arrastrar por las circunstancias y atendiendo a la invitación de presidir la asamblea que le hicieron los regidores Valentín de Ribas y Rafael González la validó al hacer acto de presencia.
El alcalde D. José de Las LLamozas expresó el objetivo de la reunión y la opinión generalizada de que era necesario crear un gobierno representativo del pueblo venezolano. Esta proposición fue apoyada por Martín Tovar, quien declaró, además, que el pueblo se negaba  en acatar la autoridad  de consejo de Regencia. Emparam replicó a estos argumentos diciendo que era falso el que no existiera gobierno legitimo, ya que éste estaba representado en el Consejo de Regencia, cuyos agentes convendría consultar, y prometiendo tratar el asunto más tarde se encaminó hacia la Iglesia Catedral con el fin de asistir a los oficios religiosos del día Jueves Santo. Tal determinación abortó el plan de los mantuanos, por lo que un grupo de los comprometidos entre los cuales se encontraba los Salias, los Montillas, los Ribas, empezaron a llamar a gritos: “A Cabildo, A Cabildo”, conforme a la vieja tradición española. Francisco Salias intimó al Capitán General para que regresara al Ayuntamiento, y éste viendo que las tropas comandados por D. Luís de Ponte hacía causa común con los comprometidos regresó al Cabildo.
Juan Germán Roscio y José Félix Sosa,  titulándose diputados del pueblo toman parte en la Asamblea. También lo hace el canónigo chileno José Cortes Madariagas y José Félix Ribas. Roscio y Sosa proponen formar una junta presidida por Emparam, lo que venía a hacer nugatorio el movimiento revolucionario. A ello se opone impetuosamente Madariaga  exponiendo que una Junta de tal naturaleza no ofrece garantías algunas, ya que Emparam podía disolverla y tomar represalias. Termina pidiendo la deposición de éste. Fue el momento cuando Emparam decide apelar al pueblo reunido en la Plaza Mayor.  El Capitán General se dirige al balcón y al solicitar el apoyo popular, exclama: “Uds. quieren mi mando” A las señas negativas hechas por Madariaga, colocado a sus espaldas,  y a la acción de estratégicos conjurados diseminados entre la muchedumbre el pueblo en forma negativa, grita, “No lo queremos…No lo queremos, renuncia…renuncia.” Emparam despechado, exclamó: “Pues yo tampoco quiero mandarlo” Estas palabras serán consideradas como dejación voluntaria del mando. y con este hecho histórico se da inicio al movimiento revolucionario.
El Ayuntamiento venezolano asumió el control político de la situación constituyéndose en Junta Suprema, con la admisión de delegados de clase y corporaciones.”  (02)

Fuentes Consultadas
2.- Historia de Venezuela.  J. M.Siso Martínez. 5ta. Edición. Editorial Yocoima.Veneuela-México.1957.

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