domingo, 29 de enero de 2012

HISTORIA DE LA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA EN SAN JUAN DE LOS MORROS ESTADO GUARICO VENEZUELA

Aquiles Silva Padrón

Continuación...


Actualmente, por el lado izquierdo, de esta casona, en la Avenida Cedeño, funciona la E. U. Colegio Parroquial “Mercedes Rojas de Pérez”, bajo la responsabilidad de la Arquidiócesis


                                                                           

U. E. Colegio Parroquial “Mercedes Rojas de Pérez”


En el año 1935, el 08 de agosto, “es Designado Párroco de esta parroquia,  el Pbro. Victorino García, hasta el 10 de agosto de 1936…”

En el año 1935, el 15 de septiembre, la señora Dolores Núñez de Cáceres, reconocida concubina del General Juan Vicente Gómez, y madre de varios hijos de éste, llega de visita a San Juan de los Morros.
Pero dejemos que sea el escritor guariqueño Mario Torrealba Lossi,  en su obra “Memorias de Pacifico Sereno”, en las páginas 91 y 92, nos explique con detalles, la presencia de esta honorable dama, en la capital del Guárico:
Y continúa, don  Mario Torrealba Lossi, con su crónica:
(…) “El motivo aparente de la visita que la señora Dolores Amelia hizo a ese pueblo en septiembre del treinta y cinco debió ser el obsequio de las imágenes del Perpetuo Socorro y de San Onofre, destinados al templo de la parroquia, cuya reconstrucción ya había finalizado.”
“No es por coincidencia, ni debido únicamente a fervor religioso la razón que indujo a doña Dolores a prosternarse ante el confesionario y pedirle al cura que rogasen ambos por la salud del Presidente y que ésta fuese “mantenida durante muchos años, para bien del país”. La Virgen del Perpetuo Socorro fue siempre como un tribunal superior a donde  ocurrían los necesitados de ayuda cuando otras instancias superiores de la fe habían fracasado. Las tradiciones señalan que oía a quienes la solicitaban con fervor. Algunas veces se le asociaba con la de los desamparados, porque una y otra concedían su gracia en el instante supremo del dolor.
“En cuanto a San Onofre, éste había sido un santo egipcio del siglo cuarto, muy admirado por su ascetismo. Andaba estrafalariamente vestido, tenía configurado el cuerpo y luego que  hizo penitencia por sesenta años, se convertiría en un gigante enfrentado a los descomunales pecados del mundo.
“…De nada sirvieron los ruegos de Dolores Amelia y de Servilla a fin de que la Virgen del Socorro velase por la salud del General. La gente comenzó a notar cómo, a partir de la segunda quincena de septiembre, ni el Benemérito, ni los miembros de la familia venían a la pintoresca Villa de San Juan.
Al mismo párroco del templo de San Juan Bautista le era extraña aquella ausencia. Nadie sabía nada de lo que pasaba, aunque en las esferas del alto y mediano clero algo se presumía, porque las rogativas fueron aumentando, si no en las misas de los domingos, por lo menos a través de las oraciones que los obispos hacían en privado.
Más con todo el secreto que trató de mantenerse, la noticia de la gravedad del General tomó la calle, poco a poco, pasó como el cáncer de la próstata se fue extendiendo por todo el cuerpo enfermo. Primero se supo en San Juan que a Gómez ya no se le veía en “La Providencia”. También poco iba a El Trompillo, ni mucho menos a Turiamo y a Las Trincheras, sitios que eran habituales…” (168)

En el año 1936, el 10 de agosto, “es Designado Párroco de la parroquia, el Pbro. Timoteo García de Corpa, hasta, el 03 de marzo de 1950…”

En un relato titulado “El Reloj de la Parroquia de San Juan Bautista”, realizado por el Dr. Argenis Ranuárez A., actual Cronista de la ciudad,  para información a Monseñor Raúl Ascanio Chirinos, leemos que:
“Mediante decreto de fecha 23 de septiembre de 1938, la Gobernación del Estado Guárico a cargo del General Emilio Arévalo Cedeño acordó la adquisición de un reloj público para ser instalado en la Santa Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.
El gigantesco aparato fue inaugurado en acto solemne el día 07 de noviembre de 1938, a las 7 de la noche, con asistencia del propio General Arévalo, ceremonia dirigida por el padre Timoteo García, oriundo de Corpa, España, quien fue párroco de San Juan por más de catorce años; fue profesor de Latín y Raíces Griegas en el recién creado colegio Juan Germán Roscio (mayo de ese mismo año).
El reloj está en la torre del lado de la epístola. La Iglesia había sido inaugurada el 24 de julio del año 1935 por el General Juan Vicente Gómez, al igual que la Gobernación, la Plaza Bolívar y el Palacio Municipal. La construcción de la Iglesia se había empezado en el año0 1932 por iniciativa de la feligresía. La culminó el Ministerio de Obras Públicas por orden del General Gómez.
El Padre Timoteo García murió el 8 de noviembre de 1957 y sus restos reposan en el Cementerio San Miguel Arcángel. Fue sepultado en el Panteón de la Familia Pieretti, dada su amistad con el Doctor Rafael Pieretti, médico, pintor. Fotógrafo y coronel del ejército, cuyos restos también fueron sepultados en ese panteón, el 5 de diciembre del año 2004.” (217)


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