miércoles, 14 de diciembre de 2011

TRAS LA HUELLA DEL LIBERTADOR

AGONIA DEL LIBERTADOR

Aquiles Silva P.




15 de Diciembre de 1830.
En esta fecha El Libertador está en un estado agónico. En su rostro se nota ya la separación de su cuerpo de su alma: su respiración estaba estertorosa, y su pulso casi insensible. Los generales y sus amigos, se arrinconan,  y algunos entran y salen del aposento con lágrimas en los ojos. Todo aquello es confusión. En este día el doctor Réveren hace entrega de cuatro Boletines Médicos:

Boletín Nº 24:
“S. E. se halla casi  lo mismo, con la diferencia que los síntomas han perdido algo de su fuerza. Así es que el calor ha vuelto a los extremos, el pulso está menos deprimido, etc. Además ha arrojado algunos esputos. A pesar de las pocas esperanzas, sigue siempre los fortificantes y alimentos nutritivos, como el sagú con vino.- Diciembre 15, á las seis de la mañana.- Réverend.”. (06)

Boletín Nº 25:
“S. E.  sigue lo mismo y aun le vuelve á ratos el hipo. Está siempre en el mismo desvarío. La tos se ha vuelto seca, y no esputa casi nada. La lengua seca en su centro. El pulso menos blando. Sin embargo el frío en los extremos no ha vuelto como ayer. Medicamento pectoral. Sagú por alimento cada dos horas.- Diciembre 15, á la una de la tarde. Réverend.” (06)

Boletín Nº 26:
“El estado de S. E.  es siempre crítico. El mismo desvarío, palabras balbucientes, semblante más decaído, estupor en el rostro, orines en pequeña cantidad; su voz ronca, la lengua algo seca, poca expectoración. Las fuerzas vitales estimuladas por el arte no bastan para tanta complicación y por consiguiente hay muy poca, ó mejor decir, ninguna esperanza de conservar la vida de S. E. el Libertador. Sin embargo siguen los remedios pectorales, y unturas anodinas en el pecho; refrescos en la cabeza, y frotaciones espirituosas en los extremos. Sagú por alimento.- Diciembre 15, á las tres de la tarde.- Réverend.” (06)

Boletín Nº 27:
“Vuelven á agravarse los síntomas peligrosos de se ha hablado antes en los últimos boletines. Ha vuelto el hipo á menudo, la cabeza se ha puesto calurosa, y el frío ha invadido otra vez los extremos; por consiguiente ha resultado el desvarío continuado que S. E. tiene desde esta tarde. La voz se ha puesto más ronca y las palabras balbucientes. Nada se despejó en todo el día. El pecho no se afloja, aunque la tos no es mucha. Los orines son pocos. Refrescos en la cabeza, dos ventosas en las espaldas, y dos vejigatorios en las pantorrillas; el de la nuca ha purgado poco. Se le dieron dos cucharadas de una  porción antiespasmódica, y se contuvo el hipo. Tisana pectoral incisiva por agua común. Se le pusieron lavativas. Por alimento una taza de sagú cada dos horas.- Diciembre 15, á las nueve de la noche.- Réverend”. (06)













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