Aquiles Silva Padrón
Continuación...
En 1783, el 02 de julio “el Br. Domingo Herrera, renuncia al curato por motivos de salud, al desamparo y escases del pueblo y la falta de médico y medicinas. Permanece no obstante como Párroco hasta la llegada de su reemplazante, el 28 de noviembre del mismo año.” (15)
En 1783, “luego de la renuncia del primer cura de la parroquia, Don Domingo Herrera, se procura cubrir la vacante mediante la oposición del curato a la cual comparecen Francisco Javier García, Félix Antonio Mantos, Joseph Pío de Ansola, Agustín José Díaz, Lucas José Hernández, Domingo López y José Antonio Díaz Argote, quien obtiene el cargo después de la evaluación de los examinadores sinodales. (22)” (100)
En 1783, el 28 de noviembre, “ocupó
San Juan de los Morros, colonial (100)
24 de enero de 1784:
En esta fecha, nace en Ciudad de Cura o Bolivia (hoy Villa e Cura), el sacerdote José Raimundo Báez, siendo sus padres Don Vicente Ibarra y señora Ana Teresa Toro de Ibarra; Fue Capellán de las Monjas Concepciones, destino que sirvió honrosamente hasta el año de 1829, cuando fue designado Cura de la Parroquia San Juan, en cuyo desempeño murió el 15 de agosto de 1840. Al decir del historiador Velasco A. Mac Pherson, en su Historia del Estado Miranda, “Fue el señor Báez, un sacerdote adornado con todas las virtudes que constituyen á un verdadero Ministro de Jesús, y sus feligreses tuvieron en él un padre espiritual, cuyos ejemplos le hicieron inolvidable.” (09)
En 1784, el 29 de enero, el Obispo Mariano Martí a su paso desde La Villa de San Luís de Cura hacia el sitio de Paya, llega a San Juan y “realiza confirmaciones en una capilla interina existente en el lugar donde se plantea edificar la nueva iglesia del pueblo, ya que esta no cuenta con los fondos necesarios para su construcción, por lo común que resulta la pobreza de los feligreses y los vecinos más acomodados resultan ser muy pocos y de fondos muy escasos. (21)…” (100)
En 1785, “el cura (José Antonio Díaz Argote) toma la determinación de dar inicio al acopio de materiales y coordinar la realización de los trabajos de construcción de la nueva iglesia, mediante el sistema constructivo de paredes con bahareque dobles en obra limpia, ya que no dispone de los recursos suficientes para acometer la obra con el sistema constructivo de paredes con rafas (machos de madera que se mete en una pared para reforzarla), el cual resulta más estable para los sismos, la cubierta del techo es realizada en tejas y tablones, ya que constituye la mejor adaptación a las condiciones atmosféricas.
La iglesia existente cuenta con una longitud de 34 varas y un ancho de 6 ½ varas y su capacidad llega a ser insuficiente para los 1.500 fieles que para el año de 1809 acuden a los oficios religiosos. Casi treinta años después de haberse constituido la erección de la parroquia eclesiástica, José Antonio Díaz Argote advierte a sus superiores de la capital, el progresivo deterioro en la armadura del techo de la ermita y espera por la aprobación para la construcción de una nueva iglesia más amplia, alegando que prácticamente esta dando misa a la sombra de los árboles.”
Además nos relata, el Arquitecto Funes, que “de acuerdo al presupuesto entregado por el albañil Antonio Laya (avalado por el Justicia Mayor Don José Miguel Guzmán) la planta de la nueva iglesia prevista para la aldea sería de unas 55 varas de largo por 10 de ancho, se pretende realizar a una distancia no mayor de 10 varas de la derruida ermita. En esta obra se propone dejar preparados los arcos para posteriormente poder agregar dos naves laterales que permitan el ensanche del templo en la medida que vaya aumentando la población…” (100)
En 1785, el 13 de noviembre, en un informe se puede leer que “la Iglesia es un simple caney de “parajeque doble”, techo de tabla y teja, con un largo de 33 varas y 7 varas escasas de ancho, denota deterioro” (15)
En el año 1785, el 20 de diciembre, “ocupó la parroquia el Br. José Nicolás Belisario, como Pbro. Encargado y permaneció hasta el 30 de enero de 1786…”
En el año 1786, el 7 de marzo,”nuevamente ocupó la parroquia el Br. José Antonio Díaz Argote hasta el 25 de mayo de de 1786…”
En 1802, el 26 de noviembre, comienza el Segundo Libro de Bautismos, y en el podemos observar que la primera partida está firmada por el Padre José Antonio Díaz Argote, hasta el 3 de septiembre de 1816.” (216)
En 1802, En una nota, dice “La Ermita provisional de parajeque ya vieja y maltratada”, amenaza ruina total. (15)
En 1802, el cura Díaz Argote continúa realizando los oficios a campo abierto, no obstante la problemática no pasa de ser una de las primeras dificultades que con voluntad deben afrontar los primeros sanjuaneros.” (15)
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